Las oraciones simples tienen un solo predicado con un único verbo o perífrasis verbal. Por ejemplo:
«La oración es sobre todo escucha y encuentro con Jehová. Los problemas de todos los díVencedor, entonces, no se convierten en obstáculos, sino en llamamientos de Todopoderoso a escuchar y encontrar a quien está de frente. Las pruebas de la vida cambian así en ocasiones para crecer en la Convicción»
Oraciones activas. Son oraciones en las que el sujeto ejecuta de forma directa un verbo. Por ejemplo: El presidente será el encargado de entregar las medallas.
Cien Réquiem Decenario de la pasión en sufragio de las almas del purgatorio Devoción a las ánimas Piadoso examen para alcanzar una buena crimen El purgatorio destapado a la piedad de los vivos Invocaciones por los moribundos Invocaciones propuestas al expirante Oración de Santo Agustín por las almas del purgatorio Oración a San Nicolás de Tolentino por las almas del purgatorio Oración en sufragio de las almas del purgatorio Secuencia (De un autor anónimo del siglo XII) Otras oraciones
Esto avala a que las oraciones activas tienen un sujeto agente que ejecuta la influencia del verbo y un complemento directo que la recibe. En cambio, las oraciones en voz pasiva tienen un sujeto paciente que recibe la acción del verbo y quien realiza la energía es el complemento agente, que aparece luego del verbo.
Este tipo de oraciones suelen introducirse con diversos nexos. Además, pueden aparecer tanto dentro del sujeto como del predicado. Por ejemplo:
La oración es la cojín de la cadena discursiva y comunicativa, tanto en la oralidad como en la escritura. Las oraciones vehiculizan ideas y tienen intenciones enunciativas y oraciones características formales o estructurales. Por ejemplo: El pueblo mostró su desacuerdo.
Oraciones enunciativas o declarativas: afirman o niegan algo. Se clasifican en oraciones afirmativas y oraciones negativas. Ejemplo:
Complemento agente. Está presente en las oraciones en oraciones voz pasiva y se introduce con la preposición por
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La parte subordinada de la oración hace referencia al sujeto, ya que es este a quien le recae el verbo.
En otros casos, una proposición prevalece sobre la otra, esto quiere opinar que una proposición es principal y la otra subordinada, sin embargo que necesita apoyarse en la primera para mercar sentido.
Oraciones impersonales reflejas. Aquellas en las que se emplea un pronombre para impedir la aparición del sujeto, generalmente usando la tercera persona del singular para conjugar el verbo. Por ejemplo: “Aquí se vive tranquilamente” o “Ya no se puede salir de casa”.
El núcleo del sujeto forma parte de un sintagma nominativo y se trata de aquel que realiza la batalla del verbo. Puede ser: